Ideas fáciles para reducir el consumo de plástico

Reducir el consumo de plástico es uno de los mayores retos a los que nos estamos enfrentando en la actualidad. Hoy en día, el conjunto de la sociedad está cada vez más concienciado de la importancia de reducir el consumo de plástico en beneficio del planeta. La problemática mundial de la generación de residuos es una cuestión de primer orden, tal como ponen de manifiesto infinidad de informes. De ahí lo urgente que pensemos en varias vías para reducir el consumo de plástico en nuestro día a día.

Cambiar los hábitos para reducir el consumo de plástico

Los pequeños gestos son poderosos. En tu mano está que, con tu pequeña contribución, tú y tus hijos podáis cambiar el rumbo de las dinámicas globales de consumo en cuanto a la generación de residuos. Seguro que si miras atrás te darás cuenta de que en los últimos años ya has empezado a cambiar algunos hábitos, ya sea voluntariamente o por decisión e impulso de las administraciones. Seguro que ahora ya no usas tantas bolsas de plástico cuando vas al supermercado, porque ya no son gratuitas como eran antes. 

Una idea fácil para reducir el consumo de plástico es llevar bolsas de tela o de otros materiales más resistentes, de modo que sean desechables. Hace años en todas las casa había bolsas para llevar el pan, o cestos de mimbre para ir a comprar las frutas y hortalizas, es buena idea recuperar estas costumbres para reducir el consumo de plástico. Con pequeños gestos puedes también conseguir un ahorro de agua en la ducha.

Evitar las bolsas de plástico a toda costa

Más allá de que en algunos supermercados las bolsas de plástico ya son de pago, en algunas secciones de venta de producto a granel (frutas, verduras, legumbres, etc) ponen a nuestra disposición bolsas de plástico. Una buena medida para reducir residuos es reducir su consumo, ¿cómo? Por ejemplo, usando la menor cantidad de bolsas posibles.

Solo hay que pasearse por un supermercado y ver la cantidad de envases y de packaging que acompañan a cada producto que compramos. En general, todos los alimentos procesados que compramos llevan un envoltorio de plástico u otros materiales que causan problemas en la generación de residuos. Por lo general, cambiar algunos hábitos de consumo y volver a comprar alimentos no procesados que muchas veces no vienen ni siquiera envasados.

Comprar alimentos no procesados y sin envases de plástico

Siempre será mejor comprar una lechuga natural que una que venga envasada en plástico. Lo mismo ocurre con otros alimentos: tienen mejor aspecto, sabor y nutrientes las frutas a granel que las que vienen envasadas en bandejas de plástico. Por una cuestión de salud, economía y ecología, es mejor reducir el consumo de plástico y contribuir de esta manera a combatir la problemática mundial de la generación de residuos.

Otro ejemplo muy claro lo encontramos en los envases de plástico de las bebidas. No tiene sentido que hoy en día, teniendo los medios técnicos para poder disfrutar en casa de la mejor agua, gracias a los equipos de ósmosis y a los suavizadores que eliminan sustancias y convierten en agua doméstica, agua de calidad, en vez de seguir gastando auténticas fortunas en botellas de agua que finalmente se convertirán en más y más residuos para el planeta.

Descartar el plástico y optar por utensilios de metal, vidrio o cerámica

Otra idea para reducir el consumo de plástico es dejar de usar de una vez por todas las cucharas, platos y vasos de plástico. En el próximo cumpleaños de tus hijos es mejor que usemos utensilios de otros materiales, educar a los pequeños de la casa que utilizar otro tipo de material es posible en cualquier ocasión. Muchas veces nos puede la comodidad, pero en este caso tenemos que pensar en la concienciación de la sociedad que educamos y el beneficio para planeta. Lo mismo ocurre cuando vamos a una cafetería y nos sirven cucharillas y vasos de plástico, una buena idea es solicitar cucharas o vasos de otros materiales que sí sean respetuosos con el medio ambiente.

Deberíamos pensar en sustituir los plásticos de la cocina por utensilios de otros materiales y que cumplan la misma función: cambiar los tupperwares por recipientes de vidrio o de cerámica que también son resistentes tanto al calor como al frío. Igualmente, podemos cambiar las cucharas para cocinar de plástico o silicona, por cucharas de madera o de metal. Solo con mirar a tu alrededor te darás cuenta de cuánto plástico estás usando a diario para ser conscientes de que ésta cantidad de residuos es insostenible para el planeta. Entre todos debemos buscar alternativas más consecuentes con el futuro del planeta y el nuestro.

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