El embarazo es una etapa en la vida de la mujer y del bebé que resulta crucial para la salud y el bienestar de ambos. Si los beneficios de beber agua están fuera de toda duda, en el caso de las mujeres durante la fase del embarazo, la comunidad médica y científica coincide al señalar la importancia de una buena hidratación, tanto para la madre como para el bebé.
Cuando una mujer está embarazada debe prestar mucha más atención a su alimentación, ya que ingiere alimentos no sólo para ella misma sino que también buena parte de estos nutrientes corresponden a la alimentación del futuro bebé. La alimentación incluye no sólo comida o ingredientes sólidos, sino que también incorpora el consumo de agua. Y es que beber agua tratada de calidad es uno de los hábitos más saludables que una madre puede seguir.
Tradicionalmente se ha dado la cifra de dos litros de agua diarios como la cantidad que toda persona debería beber cada jornada para contribuir a la salud y al bienestar. Hay que decir que esta cifra es meramente orientativa, y es fruto del consenso de nutricionistas y médicos. Es decir, que en algunos casos la cantidad diaria que deberíamos beber podría ser mayor o menor, en función del calor, de si realizamos actividades físicas que supongan pérdida de agua a través del sudor del esfuerzo y los ejercicios.
Más de dos litros de agua cada día
Así que más allá de la cifra, que es orientativa, deberíamos quedarnos con la recomendación de beber cada día una gran cantidad de agua pura y equilibrada, lo que equivale aproximadamente a ocho vasos diarios. Esta cifra, aparantemente, puede parecer muy alta, pero si te paras a pensar detenidamente te darás cuenta de que no es tan elevada. Beber agua es un hábito saludable para la mujer embarazada. Pero has de pensar que gran parte de este consumo diario de agua lo puedes hacer en forma de infusiones, sopas, cremas de verduras, zumos de frutas, etc.
De todas maneras has de pensar que el peligro de tomar bebidas que no sean agua está en el contenido en azúcares, en gas o en sustancias excitantes como la cafeína. Tanto el azúcar como el gas en exceso son muy nocivos para la salud y el bienestar de la madre y del bebé. Por consiguiente, siempre que tomemos algún líquido que no sea agua, hemos de comprobar que está fabricado con agua de la máxima calidad y pureza.
Es importante la calidad del agua, no sólo la cantidad
En todo caso, más allá de la cantidad de agua, deberíamos estar preocupados por la calidad del agua. Las aguas muy cargadas de determinadas sustancias químicas pueden ser dañinas tanto para la madre como para el bebé. Un agua demasiado dura o un agua demasiado blanda están contraindicadas siempre y en cualquier caso, pero cuando hablamos de mujeres embarazadas, la importancia de beber agua equilibrada y sana adquiere aún más relevancia.
Y es que la hidratación en el embarazo es muy importante tanto para la madre como para el bebé. Beber agua es un hábito saludable. Si no tenemos el cuerpo hidratado, el sistema inmunológico se puede resentir. En circunstancias especiales, como es el transcurso de un embarazo, beber agua adquiere una mayor importancia. El contenido en agua del cuerpo humano es de alrededor del 80 por ciento. Cuando nuestro organismo detecta un descenso en el contenido en agua, inmediatamente reacciona y nos mostramos débiles y vulnerables.
Asegurar una buena hidratación durante el embarazo
Durante el embarazo es aún más importante que la madre se mantenga hidratada, ya que el agua regula la temperatura corporal. La buena hidratación corporal también está relacionada con el hecho de tener una piel más bonita y saludable. Bebiendo más de dos litros de agua diarios notaremos que nos encontramos mejor tanto físicamente como mentalmente. El consumo de la cantidad correcta de agua es importante para eliminar toxinas.
Es importante también beber agua y estar hidratado para que la digestión sea más fácil y podamos evitar el estreñimiento. Beber agua también ayuda a eliminar el mal aliento, entre otras cosas. Por todos estos motivos, hay que tomar más de dos litros de agua para evitar enfermedades y problemas de salud que pueden afectar el normal desarrollo del feto. Algunas de las enfermedades que la madre puede transmitir al hijo durante el embarazo pueden ser irreversibles o de difícil curación.
Es responsabilidad de la madre alimentarse de la manera adecuada durante el embarazo para aportar el futuro bebé los nutrientes que necesita en esta etapa tan crucial de la vida. Si durante el embarazo notas cosas extrañas, como un cambio en el color de la orina, mareos o sensación de sed, puedes consultar a tu médico acerca de tu situación. En todo caso estas cosas están relacionadas con un consumo bajo de agua, menor del adecuado para la madre y para el bebé.